De Meditación

Siddhasana – Postura de Meditación
Virasana – Postura del héroe

Siddhasana – Postura de Meditación

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“La postura debe ser firme y cómoda”, nos dice Patanjali en los Yoga sûtras. Los Yoga sûtras comprenden los cuatro libros escritos por Patanjali hace aproximadamente 1800 años.

Los sûtras están escritos basándose en la filosofía Samkhya, pero también muestran la influencia del pensamiento de los Upanishads. En ellos, Patanjali describe con tal precisión y de una manera tan concisa la Ciencia del Yoga que es imposible superarlos. El estudio de los Yoga sûtras resulta imprescindible para todo estudiante serio del Yoga.

En los sûtras, Patanjali nos da las 8 técnicas que componen el Asthanga Yoga (Asthanga quiere decir precisamente “8 partes”), y que nos ayudan a tranquilizar la mente y a llegar a estados más elevados de conciencia, siendo Samâdhi o Meditación mantenida, el estado más elevado de conciencia, que es la meta del yoga. Estos 8 pasos son: Yama, Niyama, Asana, Pranayama, Prathyahara, Dharana, Dhyana y Samâdhi.

Asana quiere decir “estar sentado”. Cuando Patanjali habla de “asana” se refiere a la postura de meditación, a sentarse “firme y cómodamente” con las piernas cruzadas y la espalda derecha, con el fin de colocar el cuerpo en una postura que permita a nuestra energía moverse libremente a la vez que permite que el cuerpo permanezca totalmente quieto, pero tan cómodo y relajado que nos permita meditar y llegar a esos estados de conciencia.

Todas las demás “asanas” o posturas del yoga que conforman lo que se conoce como Hatha Yoga, el más popularizado en Occidente, nos ayudan a mantener nuestro cuerpo en un estado óptimo de salud. Como los yoguis consideran que el cuerpo es “el templo del espíritu”, nuestro deber es cuidarlo lo mejor que podamos, para que nos sintamos a gusto dentro de él de manera que no represente un obstáculo durante la práctica de la meditación y que nos permita mantener una salud optima durante una vida larga.

En resumen, todos los asanas nos ayudan a poder realizar y mantener este asana, que es la base de las técnicas de meditación, que a su vez es la meta del yoga. Porque este asana, a pesar de su nombre y de su aparente simplicidad, no es nada fácil, sobre todo para los occidentales, acostumbrarnos a sentarnos siempre en sillas. El poder permanecer en esta postura, inmóviles, por periodos de tiempo cada vez más prolongados, y sentirnos cómodos en ella, ciertamente requiere práctica, perseverancia y paciencia.

Existen varias posturas de meditación, cruzando las piernas de una u otra manera, en este artículo vamos a estudiar Siddhasana, que resulta la postura de meditación más fácil y más accesible para todo principiante en la práctica del yoga, y es la primera que tenemos que aprender de las demás Posturas de Meditación.

No importa si usted todavía no ha decidido comenzar una práctica de meditación, al colocarse en esta postura comenzará a sentir que su mente se calma y se tranquiliza. Cuando el cuerpo está equilibrado y la columna derecha, el prâna, la energía vital, fluye libremente, respiramos con más facilidad, y nuestra mente descansa.

Como casi todas las asanas fortalecen la espalda, hacen más flexibles las articulaciones de las caderas, rodillas y tobillos, amplían la capacidad pulmonar, consiguen que nuestra respiración sea más consciente, más amplia y más cómoda, consiguen ir haciéndonos más conscientes de las sensaciones del cuerpo, etc. también nos ayudan a poder ejecutar y mantener las posturas de meditación y las técnicas de meditación con más facilidad. Ciertamente si no hiciésemos el trabajo físico de los asanas, nuestro trabajo de meditación sería más arduo.

“Asana” o “sentarse firme y cómodo” es el primer paso del protocolo de la meditación. Si no podemos sentarnos cómodamente con la espalda derecha y mantenernos inmóviles en esa postura, hasta que el cuerpo “parezca que no está”, no podremos profundizar en la meditación.

BENEFICIOS

  • Calma la mente
  • Fortalece la espalda
  • Flexibiliza las articulaciones de las caderas, rodillas y tobillos.

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

  • Lesiones en las rodillas

EJECUCIÓN PASO A PASO

  1. Siéntese sobre una manta doblada o un cojín que sea firme y que tenga unos 10 cmts. de grosor. Coloque la pelvis sobre el cojín.
  2. Coloque un talón cerca del perineo y el otro pie delante. Separe bien las rodillas.
  3. Con las manos, lleve los muslos y los glúteos hacia atrás, separando los ísquiones y haciendo más anchas las caderas. Adelante un poco la pelvis, sintiendo que se curva un poco más la zona lumbar, lleve un poco más los glúteos hacia atrás. Ahora bascule la pelvis y estire un poco el coxis hacia el suelo, las lumbares se estiran y la zona lumbar vuelve a su curvatura natural.
  4. El coxis tiene que estar en el aire, no hay que sentarse sobre él.
  5. Alargue los costados desde las caderas hasta las axilas y levante un poco los hombros y luego lleve la cabeza del húmero hacia atrás y sienta que los omoplatos están planos sobre la espalda. Deslice los hombros y los omoplatos hacia la cintura y con la punta inferior de los omoplatos dirija un poco con el corazón hacia adelante, abriendo el corazón.
  6. Realice ahora una gran inspiración y separe un poco los hombros hacia los lados, separando los omóplatos, abriendo la parte posterior del tórax, ahuecando un poco las axilas, manteniendo el corazón abierto.
  7. Lleve los lados del cuello un poco hacia atrás. Estire un poco la nuca hacia arriba y baje un poco la barbilla. Coloque el cuello en una posición neutra, manteniendo una curvatura natural, con la barbilla paralela al suelo.
  8. Sienta la parte alta de la cabeza y desde ahí estire un poco más toda la columna hacia el techo. Asegúrese de que la columna mantiene sus curvaturas naturales, de que no está forzando la postura, de que su pecho está bien abierto y de que su respiración es fluida y muy cómoda.
  9. Coloque las manos sobre los muslos, haciendo con los dedos el Jnana Mudra. Los codos alineados con los hombros para ayudarse a mantener la posición de los hombros.
  10. Una vez en esta postura relaje todo su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies.
  11. Siéntase muy cómodo, permanezca en esta postura mientras realiza sus ejercicios de pranayama o de meditación.

Virasana – Postura del héroe

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Se trata de una de las posturas más básicas pero que requiere una gran flexibilidad en los tobillos, rodillas y caderas. Una vez que nos resulte cómoda también puede usarse para meditar o para hacer los ejercicios de respiración. En esta postura la articulación de las rodillas gira hacia dentro, justo al revés de lo que hacemos cuando nos sentamos en las demás posturas de meditación en las que cruzamos las piernas, por lo que sirve de contrapostura a estas posturas. Además ayuda a soltar las articulaciones de rodillas, tobillos y caderas por lo que también nos prepara para poder realizar con más facilidad todas las posturas de meditación. Algunas personas podrán realizarla fácilmente, para otras en cambio resultará bastante frustrante. No se desanime.

Existen varias opciones que nos ayudarán a sentir esta postura más cómoda, sentarse sobre una manta o un cojín, colocar debajo de los tobillos una manta, etc. Vaya despacio si siente dolor, tenga cuidado de no forzar las rodillas. Relájese.

Recuerde que el propósito de la práctica del yoga es llegar a hacernos conscientes de quien realmente somos, encontrar nuestra verdadera identidad, y las técnicas nos ayudan en este proceso. Cada uno de nosotros es una expresión única individual del único Ser divino, del Atman, la expresión infinita de Dios y nunca nos podremos separar de nuestra fuente. Siéntese tranquilamente, relájese completamente, profundice en la fluidez y comodidad de su respiración, y sienta lo que sucede dentro de usted. Manténgase tranquilamente atento, sin esfuerzo. Sienta la paz dentro de usted, la paz de la Mente.

BENEFICIOS

  • Estira los tobillos, las rodillas, los muslos y las caderas.
  • Beneficiosa para los pies, mejora el arco y elimina molestias del hueso calcáneo.
  • Alivia el cansancio de las piernas
  • Mejora la circulación y la postura
  • Practicada después de comer ayuda a la digestión
  • Alivia los síntomas de la menopausia
  • Reduce la hinchazón de las piernas durante el segundo trimestre de embarazo
  • Terapéutica en casos de asma y tensión alta
  • Alivia la tensión y el estrés, tranquiliza la mente y el sistema nervioso.

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

  • Use apoyos bajo los tobillos para sentarte si existe dolor en las rodillas, tobillos o empeines.

EJECUCIÓN PASO A PASO

  1. Colóquese de rodillas y separe los pies de manera que la distancia entre los pies sea mayor que la distancia entre las rodillas. Asegúrese de que los dedos de los pies apuntan directamente hacia atrás y no hacia los lados.
  2. Apoye las manos en el suelo y vaya bajando lentamente las caderas hacia el suelo. Siéntese entre los pies. Si no puede llegar a sentarse en el suelo coloque un bloque o una manta debajo de los glúteos.
  3. Con las manos lleve el interior de los muslos hacia dentro y los glúteos hacia atrás. Ensanche los ísquiones y cree la curva de la zona lumbar. Los fémures se enraízan y la cabeza del fémur va hacia atrás.
  4. Extienda el coxis hacia el suelo. Presione el suelo con los dedos de los pies.
  5. Alargue los costados, lleve los hombros hacia atrás, junte los omoplatos, deslícelos hacia la cintura y con la punta inferior de los omoplatos levante el corazón y el esternón. Ensanche las clavículas manteniendo los omoplatos planos en la espalda.
  6. Extienda los lados del cuello y la nuca y lleve el cuello un poco hacia atrás, coloque la barbilla paralela al suelo, sienta la cabeza bien equilibrada, que no pese la cabeza sobre el cuello y la columna.
  7. Mantenga el tronco erguido, no deje caer las lumbares hacia atrás, mantenga la pelvis en una posición neutra.
  8. Coloque las manos sobre los muslos o en los tobillos, cierre los ojos. Con los ojos cerrados podrá sentir más plenamente la alineación de la postura. Respire tranquilamente, deje que el peso de su cuerpo caiga hacia el suelo y hágase consciente de esa sensación. Relájese completamente y sienta que se expande. No se mueva, sienta la energía moviéndose dentro de usted. Sienta la paz creciendo en su interior. Manténgase en la postura, relajándose, de 30 segundos a 5 minutos

OBSERVACION

Si practica esta postura después de comer, siéntese sobre una manta y manténgala todo el tiempo que le sea posible para ayudarle a hacer la digestión.

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